“La escalada es mi cable a tierra”
La Mali es argentina. Nació en Mar del Plata el 14 de agosto de 1975. Fanática de la escalada, trabajadora y madre de familia, dejó su país para venirse a vivir a Cornudella ya hace más de trece años. Pasión, fuerza, coraje, perseverancia, esfuerzo, humildad … Los que la conocemos sabemos que son características que la definen. La entrevista de hoy nos permitirá conocerla un poquito más y mostraros su cara más personal. Una historia vital basada en el amor y la pasión por la escalada.
MN: ¿Cuánto tiempo hace que vives en Cataluña?
MP: En Cataluña desde el 2000, y en Cornudella, desde 2001. El primer año estuve viviendo en Barcelona, y después en Badalona, que es de donde es Ignasi… Pero en 2001 ya nos instalamos aquí, en Cornudella.
MN: ¿Por qué decidisteis venir a vivir aquí?
MP: Por la escalada. Fue una decisión un poco, como te lo diría, precipitada. Badalona no me gustaba mucho. Pensé que si me había ido de mi país, tenía que ser para ir a un lugar donde realmente valiera la pena vivir… Badalona es una ciudad. Para estar en Badalona me hubiera podido quedar en Mar del Plata! Recuerdo que vinimos aquí después de San Juan, conocimos un pastor que tenía una casa para alquilar, le comentamos que queríamos venir y al cabo de un mes ya estábamos instalados aquí. Fue una decisión un poco alocada, porque en Badalona teníamos trabajo los dos, casa… Lo dejamos todo y vinimos a vivir aquí. Sin trabajo y sin nada. Cargamos todos los trastos a la furgoneta y «ála»… Son aquellas cosas que haces de más joven que ahora quizás no harías… Pero en aquella época éramos más valientes. Aquí conocíamos gente, veníamos mucho a Arbolí. Era la época en que estaba el Iosu al refugio, etc.
MN: ¿Cuánto tiempo hace que escalas?
MP: Buff… desde que tenía 18 años. En Mar del Plata ya escalaba, pero no hacía deportiva. Hacía más vía larga y ascensiones, más montaña quizás. Las distancias allí son muy largas. Donde iba más a escalar era en Bariloche, que está a mil y pico km … Claro, cuando vine aquí y ví que todo era tan cerca…
MN: A los escaladores, qué es lo que os atrapa de este sitio?
MP: Lo que más me gusta de aquí es la calidad de la escalada que encuentras, la variedad y la practicidad. Cornudella se encuentra en un lugar donde puedes escalar diferentes tipos de roca (caliza en Siurana, conglomerado en Montsant, tienes Margalef…). Estás en un punto neurálgico. Hay muchísimas vías, y además vías de calidad (a todos los niveles). La roca es muy buena. Es muy práctico Cornudella. A pesar de ser un pueblo, tiene todos los servicios básicos y está bastante cerca de la ciudad. No es un lugar aislado. Te permite estar cerca del puesto de trabajo y al mismo tiempo estar cerca de las vías.
MN: ¿Qué significa la escalada para ti? ¿Qué te aporta?
MP: Todo. Hoy por hoy es una de mis motivaciones. No me imagino mi vida sin escalar. A ver, quizá sí podría vivir y ser feliz sin la escalada, pero hoy por hoy para mí es muy importante. La escalada es lo que me movilizó para irme de mi país. Todo lo que he hecho (mi pareja, mi trabajo, mi casa …) lo he hecho en función de la escalada, para poder escalar. Ignasi, mi marido, es escalador. No me visualizo con alguien que no escale… sería incompatible! He buscado un trabajo que me dé tiempo para escalar. Trabajo en el aeropuerto de Reus. Voy a turnos y tengo tiempo libre, no sólo para escalar sino para estar con Lua, mi hija.
A mí me mueve la motivación. La motivación mueve montañas. Para escalar, lo que sea. Ahora he tenido quince días de vacaciones y no he bajado a Reus ni un solo día, ni a hacer la compra! Yo, si hace sol y buen tiempo, ¡no haría otra cosa!
MN: ¿Practicas boulder también?
MP: Sí, pero poco. A ver, si voy, voy. Todo lo que tenga que ver con la roca me gusta (alpina, deportiva, boulder…). Pero el boulder, como voy poco, cuando voy me resulta muy difícil, aunque me gusta y disfruto igualmente! Ahora, con la niña, sería más práctico hacer boulder que escalar, pero tengo que reconocer que siempre me ha tirado mucho más la cuerda! El bloque es más práctico a nivel tiempo, material, etc.
MN: Para escalar a tu nivel, ¿qué haces? ¿Tienes una rutina de entrenamiento? ¿Haces una dieta específica?
MP: No. Ni entreno ni hago una dieta específica. La escalada no es mi profesión. Es parte de mi vida, sí, es más que un hobby, pero no vivo de esto. No me considero una escaladora de élite. Las escaladoras de alto rendimiento sí que tienen que entrenar determinadas horas diarias y deben cuidar su alimentación, pero porque se dedican a ello, viven de ello. Yo no.
Yo no me tomo la escalada como una competición. Para mí la escalada es como mi cable a tierra. El grado no es importante. Sólo el hecho de levantarme del suelo ya me da aire… y me basta para desconectar! Me da igual hacer un 6c, que un 7b, que un octavo … Aunque ahora, con Lua, hace mucho tiempo que no pruebo ninguno!
Hoy en día la escalada deportiva se ha disparado muchísimo. Ha cambiado mucho. Hacer un 8a es lo más normal del mundo. Ahora hay chicas que están haciendo octavo y noveno grado a vista! Hay mucho nivel. Claro, yo no estoy en este saco. Sí que he hecho 8a’s, pero con mucho sacrificio… Pienso que en la escalada o bien se te da muy bien y tienes aptitudes desde el primer momento (que no es mi caso), o bien tienes mucha perseverancia y entrenas fuerte y a conciencia. El entrenamiento ayuda mucho a evolucionar. Yo he llegado a hacer octavo grado pero me ha costado mucho, muchísimo… Mucho sacrificio, no se cuántos pegues, etc. No digo que se me dé mal, pero me lo tengo que currar mucho!
MN: ¿Cuáles crees que son las aptitudes físicas y psicológicas que debe tener un buen escalador?
MP: Para mí, principalmente, lo más importante es la motivación: estar motivado. En cuanto a aptitudes físicas, te diría fuerza, agilidad, resistencia, equilibrio… Es un deporte muy completo. Sobre todo fuerza y resistencia. La cabeza también es muy importante. Tú puedes tener mucha fuerza y resistencia, pero si tu cabeza dice que no es que no…
MN: ¿Cómo afrontas el miedo?
MP: El miedo es un tema! A mí la escalada me ayudó mucho a superar muchas cosas. Es un reflejo de mi estado emocional. Yo creo que por eso me he aferrado tanto a ella, porque me ha ayudado a superar muchos retos. El miedo se supera machacándote, siendo constante, repitiéndote día tras día: soy capaz, lo superaré, paso a paso… Hay personas que no tienen miedo, pero ni escalando ni en la vida. Yo no soy una persona valiente, y eso se nota en la escalada. Influye mucho el entorno en el que te mueves. A mí me ayudó mucho Ignasi (que ha tenido mucha paciencia), y después también mis amigas. El hecho de haber encontrado chicas con las que poder escalar me ayudó muchísimo. Conocer a Mariona, por ejemplo. Para mí ha sido todo un pilar. Me ha enseñado muchas cosas y me ha ayudado mucho a evolucionar. Escalar con chicos también está muy bien, pero física y emocionalmente somos muy diferentes. En el momento de afrontar el miedo los chicos son más valientes, tal vez.
MN: Dentro del colectivo escalador, por el hecho de ser mujer, ¿sientes que tienes que demostrar más que los hombres? ¿Hay discriminación?
MP: Depende de cómo te tomes la escalada. Seguramente muchas escaladores de élite se han podido sentir discriminadas. A veces ha pasado y pasa que hay una vía muy difícil, un 8c, por ejemplo, o un 9a, la hace una mujer y según como, el grado de esa vía se puede llegar a cuestionar… Esto ha ocurrido. Se han decotado vías por haber sido hechas por varias chicas. Entra en duda el grado. Pero claro, depende del porqué escale cada uno. Si tú escalas para demostrar a los demás, sentirás la diferencia que hay entre hombres y mujeres, pero si tú escalas para ti, que más da!
MN: ¿Cómo viviste la maternidad? ¿Te costó plantearte ser madre?
MP: Muchísimo, hasta el punto de no llegar a disfrutar del embarazo. Pero de eso me he dado cuenta ahora, después de casi tres años. Yo me quedé embaraza sin buscarlo, sin planificación. Fue un shock para mí. Lo que más me costó fue aceptar que estaría unos determinados meses sin escalar. Además, me cogió en un momento que yo estaba ultra-fanática. Aquí también hay una parte fisiológica. Si practicas habitualmente cualquier deporte de adrenalina y de repente lo cortas por completo, no entras en una depresión pero sí tienes sensaciones de ansiedad… A mí me pasa cuando estoy mucho tiempo sin escalar… es como que no puedo canalizar, me falta algo… Supongo que es algo que vas trabajando a medida que vas creciendo y madurando. Recuerdo que los nueve meses se me hicieron eternos. Una vez di a luz, en la cuarentena, ya estaba escalando de nuevo con Lua, pobrecita, hacía un frío… Me la llevaba. Lo que pasa es que yo iba muy cansada porque Lua era una niña que dormía muy poco…
MN: ¿Se puede ser escaladora, mujer, madre y trabajadora? ¿No es muy difícil? ¿Como lo compatibilizas todo esto?
MP: Sí. Sacas energías de no sabes dónde. Es difícil, pero de poder se puede. Tienes que organizarte muy bien. Depende también de cómo sea el niño, de qué trabajo tengas, etc. También depende del entorno… Pero todo depende de cómo seas tú con el tema de la escalada. Cuanto más exigente seas, más sacrificio te costará. Si aprendes a relajarte y te lo tomas de otra manera, todo es mucho más fácil.
MN: ¿Cómo lo has hecho para seguir escalando después de haber sido madre?
MP: Después de parir cuesta mucho salir a escalar, montar toda la infraestructura, estás cansada, llegas al sector, haces una vía y ya no puedes más… Cuesta mucha energía. A veces piensas incluso que no ha valido la pena todo este despliegue y que te deberías haber quedado en casa. Pero hay que intentarlo. El hecho de tener una pareja que escale y que entienda esta necesidad, para mí es muy importante. A veces no salimos toda la familia. Ignasi me dice: «me quedo yo con la niña y tú vas a escalar». Desde que soy madre y voy sola a escalar, aprovecho más el tiempo, me cunde más, porque sé que sólo tengo tres horas (antes tres horas no eran nada!). A veces te vas todo el día con la niña y no puedes hacer ni dos vías, sea porque ese día la niña te reclama más o porque hay gente… Ahora, por ejemplo, con Ignasi, ya no podemos ir a escalar solos. Ahora tenemos que ser tres porque alguien debe quedarse vigilando o entreteniendo a Lua. Ahora ya tiene tres años, y no es como antes. Ahora reclama más atención. Cuando era bebé era más fácil. La dejabas al «maxi-coxi», le dabas teta, dormía un rato o no y ya está!
MN: ¿A Lua le gusta escalar?
MP: Le encanta. Lo que pasa es que estoy notando que ahora busca la compañía de otros niños. Quiere jugar y que le hagas caso. ¡Suerte que cada vez hay más niños a los sectores!
MN: ¿Has vuelto a escalar al mismo nivel después de la maternidad?
MP: No. Sí es cierto que físicamente me recuperé muy rápido, pero no he vuelto a escalar al mismo nivel que antes por falta de tiempo y energía. Este invierno tengo ganas de volver a probar vías algo más difíciles. Esto me supondrá un sacrificio, claro, porque el día que no pueda ir a escalar tendré que ir al roco para mantenerme. Yo lo pierdo todo muy rápido sino. De hecho, en general, a no ser que seas un privilegiado, es fácil perder el grado si no entrenas con regularidad. En mi caso, si quiero volver a probar vías difíciles, tendré que dedicarle mucho más tiempo, cuidarme más con la comida, etc. ¡Pero tengo ganas de hacerlo! Este año quiero volver a hacer algún octavo. Estoy muy motivada. Llevo tiempo sin tibar… y creo que este invierno promete!
MN: Ya para terminar, si te tuvieras que quedar con un sector, ¿con cuál te quedarías?
MP: Es muy difícil esta pregunta. No lo sé. Con una escuela, sí: con Siurana. Siurana para mí es lo más!
MN: Y con una vía?
MP: Buff… no sé… No te lo sabría decir, tampoco. Bueno, sí. Hay una vía que me marcó mucho… Fue mi primer 8a, en Siurana, y se llamaba «Tomo nota». Es una vía que abrieron Oscar y Toni Arbonès. Me marcó mucho porque fue mi primer 8a, pero también porque la hice después de un accidente que tuve (fue cuando me fracturé la vértebra). Para mí fue la gran superación!
MN: Pues nada, Mali. Que tengas mucha suerte, mucho éxito este invierno, y que sigas disfrutando de lo que haces como el primer día! Muchas gracias por tu sinceridad y hasta la próxima!